La verdad es que si, el líder indiscutible de este revolución “indevolvible” (además de otros títulos, como “encarnación del pueblo”, “único hombre inocente de este país”, “caudillo de sabaneta”, "3er hombre mas sexy de Venezuela", etc.), en su infinita sabiduría, heredada de todos los próceres patrios que lo precedieron y potenciada por la pluma de paladines de la libertad como Lenín o Castro, le ha abierto una vez mas los ojos al mundo, nos ha despertado de esa ilusión creada por los medios que nos dice que las FARC son terroristas (QUE CALUMNIA TAN INAUDITA). Y eso no es todo. Chávez es tan genial que no esta dando clases de Mediación (hasta el pobre Kofi Annan queda opacado, por no decir negreado), agregando conceptos y practicas al estudio de este difícil arte que es la resolución de conflictos. Por si fuera poco, además, es tan magnánimo que justifica que esa cosa que llaman Ministerio de Relaciones Exteriores este dominado por su santa voluntad, que la Comisión Asesora de Política Exterior haya dejado de existir, por estar formada por las élites de la cuarta... ¿para que necesitamos planificación y estrategia de política exterior, si tenemos a este hombre de valor y claridad incalculable?.
El Presidente Chávez, ha jugado un papel sumamente importante en los últimos acontecimientos concernientes al largo conflicto del vecino país, mas específicamente en lo concerniente al intercambio humanitario. Su papel dentro de la región se vio en potencial crecimiento, y eso es algo, que nadie puede negar; las consecuencias, difíciles de calcular; la necesidad de detenerlo, imperante para muchos actores que intervienen en la vida de esta parte del mundo. Lo que parece increíble, es que muchos pretendan culpar sólo a los factores externos de la salida de Chávez del proceso de mediación; un Uribe probablemente influido por Estados Unidos, estaba atado de manos hasta que el mismo Hugo Rafael cometió imprudencias en sus discursos (cosa rara en él). La operación Emmanuel demostró no ser sino otra oportunidad para evidenciar que los fracasos de la Política Exterior Bolivariana, no tienen otro culpable, sino el verbo del Presidente. Ante las dificultades del proceso, no hizo sino acusar al Presidente Uribe de dinamitar el proceso con la revelación de la hipótesis sobre el verdadero paradero de Emmanuel; la realidad sería la encargada de mostrarle, no sólo que en esta ocasión Uribe no mentía, sino de que las FARC si lo estaban haciendo, y hasta a él, que parecia apoyarlas ante el mundo. El Caudillo de Sabaneta fue capaz de igualar a los secuestrados por la guerrilla con los guerrilleros presos del gobierno; “son prisioneros igual” dijo; yo no se el resto del mundo, pero yo no conozco de ningún ordenamiento jurídico de las FARC, que consagre el debido proceso o sus derechos humanos a los secuestrados.
En todo el transcurso de la polémica, nuestro Presidente se identifica como mediador, como facilitador. Pero cuando se juega ese papel, no se secunda a las partes, no se asumen sus posiciones, tan sólo se les consideran para generar posibles alternativas que diriman la controversia; el Presidente Chávez parece el vocero de las FARC, no un líder ajeno al proceso que quiere ayudar...mas bien parece, que todo la vinculación con el conflicto de Colombia, es tan sólo un vehiculo mas para el proyecto político continental bolivariano, calificado por muchos como Neo Imperialista (¿no les parece un horror esa acusación?); cada día que pasa, el supuesto “humanismo” del Presidente parece un mero discurso con fines utilitaristas, tan propio del realismo político que hace dudar de sus intensiones “anti-establishment”; basta con ver como fueron utilizadas por la televisoras estatales, las reacciones de Clara Rojas o de Consuelo González al ser liberadas en medio de la nada, como agradecían a Chávez por teléfono. ¿No es eso manipulación mediática?.
Un mediador, no asume ante el mundo las demandas de una de las partes como pasos necesarios. La petición de reconocimiento (casi explicita) del Estatus de Beligerancia de las FARC, al pedir que no se les califique como un grupo terrorista, sino como “insurgentes”, al tiempo que dice “controlan efectivamente un territorio” y “que son un ejercito”, es una clara burla al Derecho Internacional, a su vituperado papel de mediador, a la opinión publica, y mas aun, a los venezolanos. La Convención de Ginebra pide un reconocimiento explicito, y por parte del gobierno afectado, de dicho estatus, para que el grupo en cuestión adquiera ciertos derechos ante el Ordenamiento Jurídico Internacional; ese es un viejo deseo de las FARC, y que el gobierno colombiano no ha querido (ni debe) reconocer, y donde el verbo de un Hugo Rafael debilitado en el contexto latinoamericano, parecen estar lejos de ejercer un efecto de presión
En el conflicto colombiano no hay Ángeles y Demonios; para nadie es un secreto los posibles vínculos de Uribe con los paramilitares, o peor aún, que fueron los gobernantes de los 80s quienes apoyaron el nacimiento de este ahora peligroso grupo; el desarme del M-19 fue sólo posible a través de la realización de asesinatos selectivos de lideres del grupo (¿no puede ser eso terrorismo de Estado?). Además, en el Sistema Internacional no hay un concepto único de terrorismo, ni la ONU ni ningún organismo internacional lo han logrado. Pero, ¿acaso eso hace que no podamos calificar a las FARC como tal? No. Para el Presidente Chávez, una barricada hecha con cauchos quemados por estudiantes, es golpismo y terrorismo; el secuestro de compatriotas en las zonas fronterizas, es sólo insurgencia. El libre ejercicio de la libertad de expresión, es golpismo y desestabilización; la explosión de un carro bomba, con heridos y muertos de por medio, es sólo una manifestación de rebeldía. El trafico de drogas no es terrorismo ni un crimen, el ejercer nuestro derecho a la protesta, si lo es. Para Chávez, el tener a seres humanos encadenados las 24 horas (como afirmó Consuelo González, permanecen los policías y militares secuestrados), es reconocer sus derechos humanos y su derecho a la defensa.
No puedo esperar por las próximas lecciones políticas del Presidente Chávez.
El Presidente Chávez, ha jugado un papel sumamente importante en los últimos acontecimientos concernientes al largo conflicto del vecino país, mas específicamente en lo concerniente al intercambio humanitario. Su papel dentro de la región se vio en potencial crecimiento, y eso es algo, que nadie puede negar; las consecuencias, difíciles de calcular; la necesidad de detenerlo, imperante para muchos actores que intervienen en la vida de esta parte del mundo. Lo que parece increíble, es que muchos pretendan culpar sólo a los factores externos de la salida de Chávez del proceso de mediación; un Uribe probablemente influido por Estados Unidos, estaba atado de manos hasta que el mismo Hugo Rafael cometió imprudencias en sus discursos (cosa rara en él). La operación Emmanuel demostró no ser sino otra oportunidad para evidenciar que los fracasos de la Política Exterior Bolivariana, no tienen otro culpable, sino el verbo del Presidente. Ante las dificultades del proceso, no hizo sino acusar al Presidente Uribe de dinamitar el proceso con la revelación de la hipótesis sobre el verdadero paradero de Emmanuel; la realidad sería la encargada de mostrarle, no sólo que en esta ocasión Uribe no mentía, sino de que las FARC si lo estaban haciendo, y hasta a él, que parecia apoyarlas ante el mundo. El Caudillo de Sabaneta fue capaz de igualar a los secuestrados por la guerrilla con los guerrilleros presos del gobierno; “son prisioneros igual” dijo; yo no se el resto del mundo, pero yo no conozco de ningún ordenamiento jurídico de las FARC, que consagre el debido proceso o sus derechos humanos a los secuestrados.
En todo el transcurso de la polémica, nuestro Presidente se identifica como mediador, como facilitador. Pero cuando se juega ese papel, no se secunda a las partes, no se asumen sus posiciones, tan sólo se les consideran para generar posibles alternativas que diriman la controversia; el Presidente Chávez parece el vocero de las FARC, no un líder ajeno al proceso que quiere ayudar...mas bien parece, que todo la vinculación con el conflicto de Colombia, es tan sólo un vehiculo mas para el proyecto político continental bolivariano, calificado por muchos como Neo Imperialista (¿no les parece un horror esa acusación?); cada día que pasa, el supuesto “humanismo” del Presidente parece un mero discurso con fines utilitaristas, tan propio del realismo político que hace dudar de sus intensiones “anti-establishment”; basta con ver como fueron utilizadas por la televisoras estatales, las reacciones de Clara Rojas o de Consuelo González al ser liberadas en medio de la nada, como agradecían a Chávez por teléfono. ¿No es eso manipulación mediática?.
Un mediador, no asume ante el mundo las demandas de una de las partes como pasos necesarios. La petición de reconocimiento (casi explicita) del Estatus de Beligerancia de las FARC, al pedir que no se les califique como un grupo terrorista, sino como “insurgentes”, al tiempo que dice “controlan efectivamente un territorio” y “que son un ejercito”, es una clara burla al Derecho Internacional, a su vituperado papel de mediador, a la opinión publica, y mas aun, a los venezolanos. La Convención de Ginebra pide un reconocimiento explicito, y por parte del gobierno afectado, de dicho estatus, para que el grupo en cuestión adquiera ciertos derechos ante el Ordenamiento Jurídico Internacional; ese es un viejo deseo de las FARC, y que el gobierno colombiano no ha querido (ni debe) reconocer, y donde el verbo de un Hugo Rafael debilitado en el contexto latinoamericano, parecen estar lejos de ejercer un efecto de presión
En el conflicto colombiano no hay Ángeles y Demonios; para nadie es un secreto los posibles vínculos de Uribe con los paramilitares, o peor aún, que fueron los gobernantes de los 80s quienes apoyaron el nacimiento de este ahora peligroso grupo; el desarme del M-19 fue sólo posible a través de la realización de asesinatos selectivos de lideres del grupo (¿no puede ser eso terrorismo de Estado?). Además, en el Sistema Internacional no hay un concepto único de terrorismo, ni la ONU ni ningún organismo internacional lo han logrado. Pero, ¿acaso eso hace que no podamos calificar a las FARC como tal? No. Para el Presidente Chávez, una barricada hecha con cauchos quemados por estudiantes, es golpismo y terrorismo; el secuestro de compatriotas en las zonas fronterizas, es sólo insurgencia. El libre ejercicio de la libertad de expresión, es golpismo y desestabilización; la explosión de un carro bomba, con heridos y muertos de por medio, es sólo una manifestación de rebeldía. El trafico de drogas no es terrorismo ni un crimen, el ejercer nuestro derecho a la protesta, si lo es. Para Chávez, el tener a seres humanos encadenados las 24 horas (como afirmó Consuelo González, permanecen los policías y militares secuestrados), es reconocer sus derechos humanos y su derecho a la defensa.
No puedo esperar por las próximas lecciones políticas del Presidente Chávez.
1 comentario:
"...el Presidente Chávez parece el vocero de las FARC, no un líder ajeno al proceso que quiere ayudar..."
Realmente es como se ve a Chavez en la Argentina, como "el abogado" de la FARC, ni se acerca a un mediador...
Un saludo a toda la nacion venezolana...espero pronto conocerla.
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